martes, 13 de diciembre de 2011

Gracias


Desde el dolor que nos ha producido la pérdida de Pablo Julio, al que lloramos desconsoladamente, su padre Pablo, su hermano Jesús, su novia Clara, su abuela, sus primos, el resto de la familia, su murga La Caidita, sus amigos y allegados y yo misma, queremos agradecer las numerosas muestras de cariño y apoyo en estos duros momentos que estamos atravesando.

Desde que comenzara esta pesadilla, justo después de su trigésimo cumpleaños, han sido infinidad los mensajes y llamadas que hemos recibido, principalmente él. Aunque lo intentaba, a veces no podía o no se sentía con fuerzas para responderos a todos. Gracias de corazón.

Gracias también a todo el equipo médico del Hospital Infanta Cristina. Sabemos que se ha hecho todo lo posible para intentar su recuperación y, cuando ya no había más remedio, para que no sufriera lo más mínimo.

Gracias a los que desde redes sociales y los comentarios del HOY digital habéis recordado a Pablo Julio. Nos habéis llenado de orgullo por él, por su forma de ser, por la educación que recibió y por la manera que tenía de convertir en arte la cantidad de cosas que le pasaban por la cabeza. Gracias también a los profesionales de los medios de comunicación que habéis cubierto la noticia. Por el cariño que habéis puesto, que era el mismo que os tenía a vosotros, ya que con algunos ha compartido muchos momentos porque os conocía personalmente, y con otros ha permanecido informado de lo que pasaba en su querida Badajoz. Gracias a los que guardasteis un minuto de silencio en su memoria en el Nuevo Vivero y gracias al propio CD Badajoz por el detalle.

Gracias a los que hicisteis rebosar la Parroquia de Santo Domingo en su funeral. Y a los que pasasteis por el Tanatorio para acompañarnos en esas interminables horas. Gracias por el estremecedor aplauso que brindasteis a Pablo cuando lo despedimos en la puerta de la iglesia. Gracias a murgueros y carnavaleros en general, a compañeros de trabajo, a vecinos, a conocidos. A los que mandasteis flores, a los que nos disteis un abrazo, a los que llorasteis por él. Gracias con toda el alma.

Gracias también a los que no pudisteis estar porque estabais fuera o porque no os enterasteis y ahora nos estáis llamando. Pronto volveremos a recordarlo en una eucaristía y allí compartiremos nuestro dolor. Gracias a las Hermanas del Convento de Nuestra Señora de la Merced, las monjitas de las Descalzas, que no han parado de rezar por su recuperación y después por su alma. Gracias a todo el que ha elevado a Dios una oración por él.

Pablo Julio adoraba esta, su ciudad. Sentía su pulso que le hacía vivir. Las calles de Badajoz eran sus venas, el Carnaval su risa, la Semana Santa sus lágrimas y la gente, sus paisanos, su corazón. El Señor lo tiene ahora mismo en su Gloria y la Virgen de la Soledad le consuela por no poder estar físicamente en Badajoz. ¡Gracias, Badajoz!


Soledad Miranda Lledó

lunes, 12 de diciembre de 2011

Este Jueves donde siempre

A la hora de siempre y como siempre. Que vayan preparando las medias raciones de solomillo al ajillo y las barras de pan para que Jesús se haga su "bocadillo de ajitos". Por cierto.... los que se duchan a última hora que no lleguen tarde!